El autor de Hebreos es de los teólogos más profundos del Nuevo Testamento, su teología está gobernada por el sentido pastoral, ya que de la teología pasa a la exhortación práctica. No piensa solo para sentir la emoción de la aventura intelectual, sino para apelar con más fuerza a los hombres para que entren en la presencia de Dios.