Dios creo al hombre a Su imagen y semejanza, pero esa similitud no es en la apariencia física sino en lo moral. Somos semejantes a Dios en justicia y santidad, cuando nacemos de nuevo.
Dios creo al hombre a Su imagen y semejanza, pero esa similitud no es en la apariencia física sino en lo moral. Somos semejantes a Dios en justicia y santidad, cuando nacemos de nuevo.